Ponencia
de la Unión General de Trabajadores de México
Desde las trincheras
proletarias de nuestro país México, reciban todos los camaradas asistentes y a
los trabajadores que representan un fraternal saludo y avancemos en la
materialización de ¡Proletarios de todos los países, uníos!
La
situación general de la clase obrera y los trabajadores en México y nuestras
tareas generales.
Caída
de la tasa de ganancia y aumento del grado de explotación de la fuerza de
trabajo, marco necesario para comprender la ofensiva burguesa contra el
proletariado.
Prácticamente en las últimas
cuatro décadas a pesar de la creciente explotación de la fuerza de trabajo, y
que existe un gran capital acumulado, gracias a la creciente extracción de
plusvalía, contradictoriamente no logra revertir la baja de la tasa de ganancia
y el proceso de acumulación está por debajo de las propias necesidades de la
reproducción del capitalismo para tener una etapa de crecimiento. Como se
refleja en el siguiente cuadro donde se observan de manera nítida los períodos,
y como el crecimiento va a la baja desde 1982, ahondándose en la última fase
con una economía prácticamente estancada.
Cuadro 1 Crecimiento del PIB en
Grandes Períodos
Años 1895-1932 1933-1981 1982-2007 2007-2016
PIB 1.04% 6.23% 2.37% 1.9%
Fuente Análisis Económico Núm 56
VolXXII Segundo Cuatrimestre 2009. Para el Período 2007-2016 Vector Económico
con datos del INEGI.
Para la burguesía el aumento
de la explotación, es el punto de arranque de un nuevo proceso de recuperación,
para pasar a una fase ascendente del ciclo capitalista, y en esto no hay
diferencia entre las distintas fracciones de la burguesía, una fracción de la
burguesía pugna por el desarrollo del mercado interno, y otras seguir
fortaleciendo las exportaciones y el mercado externo, pero la esencia de la
diversas fracciones de la burguesía es la misma: aumento de la explotación
asalariada como punto de arranque para salir del estancamiento actual, y
revertir la caída de la tasa de ganancia.
Aumento
del grado de explotación a la clase obrera en México por medio del incremento
de la plusvalía absoluta y/o relativa.
La plusvalía es el valor que
el trabajo del obrero asalariado crea después de cubrir el valor de su fuerza
de trabajo, y que el capitalista se apropia gratuitamente. Por consiguiente, la
plusvalía es el fruto del trabajo no retribuido al obrero.
Para tratar de revertir la
caída de la tasa de ganancia el capital genera contra tendencias una de ellas
el aumento del grado de explotación. José C Valenzuela Feijoo es contundente en
como analiza la tasa de plusvalía, como expresión del grado de explotación de
la clase obrera mexicana, la cita es clara. “.La tasa de plusvalía es el principal determinante
de la distribución del ingreso. Si se eleva, la distribución se torna más
regresiva. Si cae, la distribución mejora. En México, históricamente, la tasa
de plusvalía ha sido muy alta. Hacia 1980 (fines de la industrialización
sustitutiva) se acercaba a 3.0. O sea, del Ingreso nacional, 25 por ciento les
correspondía a los asalariados productivos y 75 por ciento restante era
apropiado, inicialmente, por los capitalistas. Con el advenimiento del
neoliberalismo, la tasa de plusvalía experimenta un salto descomunal y gira en
torno al 6.0. En el mundo, muy pocos países –si es que existe alguno– han
conocido tamaño brinco.
¿Qué significa una tasa de explotación tal alta? En
términos más gráficos, si la tasa es igual a 6.0, significa que por cada hora
trabajada el obrero se queda con el equivalente a menos de nueve minutos (8.6
minutos) y que los 51 minutos restantes son apropiados por los capitalistas.
Este es el primer gran escándalo de la economía neoliberal.”
*Reducción del salario con respecto al PIB, aumento de las utilidades al
capital.
En el contexto actual de baja de la tasa de
ganancia, bajo nivel de acumulación, estancamiento económico, y aumento de la
explotación asalariada, se ha desarrollado una ofensiva generalizada contra el
salario.
Con la misma información del
INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) da muestra de la fuerte
ofensiva burguesa contra el salario, que va de la baja acumulación de capital,
la necesidad de resarcir la baja tasa de ganancia, golpeando el salario de los
trabajadores. Expresado de manera global en el porcentaje que le corresponde a
la masa salarial con respecto al PIB anual, y la que corresponde a utilidades y
ganancias del capital.
AÑO REMUNERACION DEL
TRABAJO GANANCIAS AL
CAPITAL
1970 36 64
1976 40.2
59.8
1980 30 70
1990 28
72
1993 34
66
1994 31
69
1995 28
72
2000 32
68
2012 27.6
72.4
2013 27.4 72.6
Cuadro
elaborado a partir de los datos que se encuentran en el suplemento de la
Jornada Salario Mínimo Enero de 2015.
El anterior recuadro muestra
como la participación de los salarios de los trabajadores en la generación
total de la producción de bienes y servicios (PIB) durante el año 2013 llegó a
su peor nivel en 37 años. En esa profundidad está la actual ofensiva del
capital contra el trabajo. En 1976 producto del desarrollo del mercado interno,
la industrialización, y las fuertes luchas sindicales se alcanzó el 40.2 por
ciento del PIB, contra 27.4 en 2013.
Para el año 2013 el PIB
ascendió a 16 billones 82 mil 510 millones de pesos, de esto correspondió a los
millones de asalariados el 27.4 por ciento, es decir, 4 billones 413 mil 817
millones de pesos, mientras a la burguesía les tocó 10 billones 935 mil 576
millones de pesos. La minoría burguesa se apropio ¡148 por ciento más que los
millones de trabajadores!
Otro cara de como se ataca
al salario lo muestran los miserables aumentos anuales al salario, y aún en
este marco existe una tendencia a la baja. Según la Secretaria del Trabajo en
las revisiones salariales contractuales el aumento promedio de los salarios
para 2011 fue de 4.8 por ciento, en 2012 de 4.6; en 2013 de 4.48; y en 2014 de
4.38 por ciento, 3.8 en 2017 lo que refleja cómo año con año se reducen los
miserables aumentos salariales a los trabajadores
* La existencia de un importante ejército industrial de reserva,
disponible tanto para aumentar la explotación como para reducir los salarios.
La tercera contratendencia
señalada por Marx para resarcir la tendencia a la baja de la cuota de ganancia,
es el aumento de la superpoblación relativa, generalizando el desempleo que obliga
a presionar a la baja los salarios y prestaciones de los obreros en activo.
La parte de la clase obrera
que la maquinaria convierte de este modo en población sobrante, es decir,
inútil por el momento a los fines de explotación del capital, sigue dos derroteros:
de una parte, se hunde en la lucha desigual, de otra parte, inunda todas las
ramas industriales fácilmente accesibles, abarrota el mercado de trabajo de
mano de obra y hace, con ello, que el precio de la fuerza de trabajo descienda
por debajo de su valor.
En este marco más allá de
las cifras oficiales reconocidas de desempleo, es claro que este ha ido en
aumento. En la metodología que utiliza el INEGI se llega al absurdo de
caracterizar la tasa de desempleo en 4.3% porque sólo toma en cuenta la desocupación
abierta y no la metodología que utiliza la OIT (que también tiene limitaciones,
pero se acerca más a la realidad) que ubicaría el desempleo en alrededor del
14%, ya que si se sumara la desocupación abierta y la desocupación disponible,
implicaría más de 8 millones de desempleados, y no los poco más de 2 millones
reconocidos.
La
producción capitalista produce la depauperización creciente de los
trabajadores.
Falta
de servicios de salud y seguridad social. Existe un evidente
empeoramiento de las condiciones de trabajo, que no reflejan las estadísticas
oficiales, porque son maquilladas u ocultadas. Aún con los pocos datos
oficiales arrojan luz sobre la gravedad de las condiciones insalubres y
peligrosas sobre las que se desarrolla el trabajo. Sólo 37% de la PEA cuentan
con seguridad social, dividido 30% en el IMSS, 6% en el ISSSTE, y 1% entre
PEMEX, Marina y Fuerzas armadas, en síntesis el 63% de la PEA no cuenta con
seguridad social, Accidentes,
enfermedades y muerte causados por el trabajo. Las condiciones
peligrosas en que se desarrolla el trabajo se refleja con datos del IMSS en
relación con los accidentes y enfermedades causadas por el trabajo. En lo que
va del periodo 2006-2014, ocurrieron 4 millones 505 mil 499 accidentes y enfermedades de trabajo, es decir, un
promedio anual de 500 mil 611. Lo que significa que cada día mil 371
trabajadores tienen un riesgo de trabajo, es decir, 57 cada hora, prácticamente
uno cada minuto; ello sólo se refieren a
los datos reportados por el IMSS que corresponden al 30% de la PEA, recordemos
que el 63% de la PEA carece de seguridad social, y con condiciones de trabajo
más precarias y por consecuencia más proclives
a accidentes y enfermedades de trabajo, pero que no son contabilizados,
al no contar con servicios de salud, ello multiplicaría los accidentes y
enfermedades de trabajo. No se diga la situación que el pasado terremoto del 19
de septiembre del 2017 dejó al descubierto las pésimas condiciones de los
espacios de trabajo y su infraestructura donde laboraban y la ilegalidad
consentida por las autoridades en las que tenían a las decenas de víctimas
proletarias, al igual que fue en el terremoto del 19 de septiembre de 1985
donde la mayoría de muertes fueron de obreras.
Con los mismos datos del
IMSS y del mismo periodo anualmente quedan con algún grado de invalidez 23, 603
trabajadores lo que equivale a 65 diarios, y 4 muertes por cada día del año.
Absorción
y explotación de la fuerza de trabajo de las mujeres y niños como expresión de
la depauperización del trabajo y contratendencia de la caída de la tasa de
ganancia. En el mundo del trabajo la igualdad entre hombres y
mujeres es un hecho formal, privan las leyes del capital, que exigen un mayor
grado de explotación a mujeres y niños. En nuestro país el sector laboral de
mujeres gana hasta 36 % menos que los hombres, aún y cuando se realice el mismo
trabajo y funciones, por ello, no es casualidad que del sector de pobreza que
hay en México, tenga una cara femenina. Es común el calvario que desarrollan
las trabajadoras en el país, aún y cuando está prohibido el despido laboral por
embarazo o la prueba de embarazo, en la vía de los hechos se desarrolla, a la
par del hostigamiento sexual, que es una práctica común. En esta misma lógica
de explotación y opresión sobre la mujer trabajadora 8 de cada 10 madres trabajadoras con hijos
pequeños son subempleadas , lo cual impide que no tengan la prestación de las
guarderías, salud, vivienda, etc.
Con respecto a la
explotación infantil y menores de edad, se calcula que en México existen 3.7
millones de trabajadores menores de edad (obviamente no reconocidos en las
estadísticas oficiales, y menos como un contingente de la clase obrera), la
tercera parte de estos son niñas. El 47 % de este universo no recibe ninguna
remuneración (es decir, reciben propinas o “ayudas”), el 25% hasta un salario
mínimo, el 24 % de uno a tres salarios mínimos y sólo 2% más de tres salarios
mínimos. La explotación del trabajo infantil no es cosa del pasado de los
inicios del capitalismo, actualmente desarrollan largas jornadas de trabajo en
condiciones insalubres, y con nula seguridad e higiene. Por ejemplo en el caso
de trabajo infantil en el campo se contabilizan 727 mil 527 niños y niñas, el
caso de las minas inspeccionadas por la secretaria del trabajo en Coahuila se
encontró que alrededor del 19 por ciento de empresas estaban trabajando menores
en pocitos, hoyos de 1.5 metros de diámetro, donde labora un hombre encogido,
lo hacen menores de edad.
El
proletariado agrícola
El proletariado agrícola
suma cerca de 6,000,000 millones de obreros, más del 90% realiza su trabajo sin
ningún tipo de contrato formal, (ni siquiera contratos basuras, por lo cual su
cuantificación no es oficial, pero las diversas fuentes señalan el número
citado), viviendo en barracas con bajos salarios, desnutrición crónica,
expuestos a los pesticidas y diversas sustancias químicas sin ninguna
protección, hostigamiento sexual a las trabajadoras, con escolaridad escasa o
nula, con un carácter migrante, sin servicios de salud, en síntesis son uno de
los sectores del proletariado más explotados, oprimidos, y marginados. Datos de
2011 que no han variado mucho hasta la actualidad, señalaba que el 32.2 por
ciento no recibía ingresos por su trabajo, el 25.4 por ciento percibía hasta un
salario mínimo y el 21.9 por ciento ganaba entre uno y dos salarios mínimos.
Es evidente que en esta
situación la insurrección de los jornaleros de San Quintín en Marzo de 2015,
dio muestra del hartazgo ante las condiciones laborales en las que se encuentra
el proletariado agrícola mexicano, y aún cuando siguen pendientes las demandas
centrales que dio pie a la lucha en San Quintín, se ha logrado el
reconocimiento del Sindicato Independiente de Jornaleros Agrícolas, con todo y
la maniobra de Miguel Ángel Mancera de adelantarse dándole toma de nota en el
DF a otro sindicato que sin base social y ajeno al movimiento de jornaleros
agrícolas, trataron de confundir y dividir, tal es el papel práctico de este
sector “progresista” al interior del movimiento obrero.
Movimiento
Migrantes: Reserva de la revolución proletaria en México
La profundización de la
crisis económica mundial trae como consecuencia que enormes masas de la clase
obrera emigren de sus países de origen para poder sobrevivir al no ser ocupada
su fuerza de trabajo. Estos contingentes de la clase obrera tienen experiencia
de lucha y de organización, lo han demostrado con movilizaciones masivas en los
Estados Unidos y hoy lo vienen desarrollando contra la política fascista que
desarrolla el gobierno de México en contra de los migrantes, haciendo el
trabajo sucio de muro de contención de los imperialistas norteamericanos, y
para lo cual el narcotráfico forma parte de esta política.
Hoy
los proletarios para poder sobrevivir mueren a manos de la fascista policía
fronteriza, desarrollando una dialéctica de la explotación del trabajo
asalariado, por un lado condenan a la inmigración como ilegal, ideológicamente
presentan a los proletarios inmigrantes como fuente del narco y las mafias que
actúan en los EU, y por lo tanto no merecen derechos son indeseables y sin
dignidad humana, combinado con políticas racistas y xenófobas, que provocan
extorsión, secuestros de las distintas mafias del narco, así como ataques
fascistas y asesinatos en la franja fronteriza, por otro lado, como mercancía
fuerza de trabajo barata( obreros de la construcción, obreros agrícolas, en el
sector servicios camareros, limpieza, cocineros y trabajos totalmente
informales cuidadores de adultos mayores), son regulados porque representan un
auténtico negocio, son una presión a la baja para el proletariado
estadounidense con el cual lo confrontan, sin prestaciones sociales y
laborales. Y para la economía mexicana representan un enorme aire, tan sólo en
2015 enviaron 24 mil millones de dólares.
Características
del sindicalismo en México: Control burgués, atomizados y con baja tasa de
sindicalización.
La ofensiva burguesa que se
expresa en la extracción de plusvalía, aumento de la explotación asalariada, se
ha levantado sobre la atomización de la clase obrera y los trabajadores, la
desnaturalización de los sindicatos, y control burgués sobre los mismos. El
movimiento sindical en nuestro país apenas representa el 10% de la PEA, es
decir, un poco más de 5 millones de trabajadores, divididas en 63 centrales
sindicales, destacando por su peso numérico, Congreso del Trabajo, la Unión
Nacional de Trabajadores, la Nueva
Central de Trabajadores, y la Alianza Sindical Mexicana (sindicalismo blanco).
Existe un bajo nivel de
sindicalización, atomizado a nivel federal en 1765 sindicatos y 63 Centrales,
según datos de la Secretaria del Trabajo, caracterizando está misma a 768
sindicatos como independientes, con múltiples dificultades con alto dosis de
economicismo, lucha gremial, y hegemonía del reformismo y el nacionalismo como
expresión de la ideología burguesa al interior de los sindicatos. La mayor
parte de los sindicalizados tanto de los sectores estratégicos (Petróleo,
electricistas, etc), como del sector salud, educación, etc, son trabajadores del
sector público.
Según datos del INEGI hay 5
millones 654 mil 012 establecimientos registrados en el país, de los cuáles
tres mil 930 cuentan con sindicatos, que no significa necesariamente que sean
el número de sindicatos registrados, ya que
la STPS señala que hay 1765 sindicatos, lo cual lleva a que
aproximadamente existen un sindicato por cada 2500 empresas.
Por otro lado la JFCA (Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje) habla de casi 30 mil contratos colectivos
en todo el país, con sólo 1721 registros sindicales, reconociendo la propia
STPS y con datos del investigador de la UNAM Alfonso Bouzas que la mayor parte
de los contratos colectivos en el país son de protección, es decir, más del
90%. Se hace evidente la descomposición y como se ha perdido la naturaleza de
los sindicatos por autenticas mafias por ejemplo, Amado Becerra tiene la
representación de 392 contratos colectivos afiliados a la CTM, Jorge Guillermo
García Guadarrama 251, Marco Antonio Morales Yáñez 268, y Rubén Romo Martínez
945 contratos colectivos. Estos 4 “líderes” controlan mil 856 contratos
colectivos, un autentico negocio, en contubernio con los empresarios, la Junta
Federal, y un ejército de golpeadores y asesinos a sueldo para garantizar el
control obrero, está es la naturaleza burguesa de la mayor parte de sindicatos
que cuentan con registro y el control de contratos colectivos.
Las principales revisiones
salariales y contractuales por el número de ocupados corresponde al IMSS,
PEMEX, CFE, UNAM, Contratos Ley de industria azucarera, alcoholera, y
similares; el Contrato Ley de la industria de la radio y televisión, Telmex,
Telcel, Sambors y Bimbo.
En 2012 se reformo y aprobó
una nueva Ley federal del Trabajo, con las cuales se legaliza la contratación
temporal, el pago por hora, el despido a juicio de patrón, y la contratación
inicial y por capacitación. Ello significo un terrible golpe a los derechos
colectivos e individuales de los trabajadores, porque elimina la estabilidad en
el empleo, obstaculiza la organización sindical, socava el derecho de huelga,
elimina en la vía de los hechos el derecho a una pensión o jubilación por
acumulación de años de antigüedad, por si ello fuera poco, se está preparando
una nueva reforma laboral que en lo fundamental sigue atacando lo poco que queda
del sindicalismo en México. Se pretende que cuando se dispute la titularidad de
un contrato colectivo, o cambio de sindicato, se expongan previamente los
nombres de los trabajadores inconformes con el sindicato blanco o charro.
Igualmente la consulta a los trabajadores cuando se firma un contrato colectivo
sólo se realizará sólo si él sindicato emplaza a huelga, partiendo del hecho
que desde que se forma la empresa e incluso antes se firma un contrato de
protección, con lo cual queda nulificada la consulta a los trabajadores.
Este panorama lo ha sabido
aprovechar la burguesía para concluir que hay una “paz laboral” en el país,
señala la STPS (Secretaria del Trabajo y Previsión Social).
Así si bien es cierto, no
hay grandes oleadas de huelgas, tampoco es cierto que no haya habido una sola
huelga de carácter federal en los últimos 26 meses, como lo quiere hacer creer
la STPS, la “paz laboral” se alza sobre el control férreo sobre el proletariado
y el instrumento jurídico-administrativo para manipular la realidad y entregar
buenos resultados a la burguesía por parte de la STPS.
La
terciarización implica intensificación de la explotación que impone una tensión
continua para los trabajadores de planta. Para los terciearizados significa
aumento de los ritmos de trabajo, funciones, responsabilidades, y una mayor
explotación.
Hasta 2015 trabajaban en el
oursourcing alrededor de 5 millones de trabajadores, el 97 por ciento de ese
universo con bajos salarios, sin derecho a seguro social, infonavit,
vacaciones, aguinaldo, utilidades, y evaden impuestos. Este fenómeno se
desarrolla en las grandes monopolios nacionales y trasnacionales, en empresas
del Estado como CFE, PEMEX, todas las dependencias públicas, hasta el absurdo,
de que la cámara de diputados, senadores, la Secretaria del trabajo y Fomento
al Empleo de la Ciudad de México, y la Comisión Nacional de Derechos Humanos,
cuenta con sus outsourcing, claro porque
representa un negocio redondo, porque los dueños de la outsourcing, son
funcionarios públicos o de las empresas donde operan.
* El narcotráfico y la
descomposición social capitalista tiene muchas manifestaciones, pero lo que no
señala de manera nítida es que uno de los principales objetivos de los
secuestradores son los trabajadores asalariados, se reconocían hasta 2014, 3mil
531 casos. Muchos de ellos con un objetivo económico convertirlos en sentido
explicito en esclavos, realizando trabajos forzados.
TAREAS
GENERALES EN EL MOVIMIENTO OBRERO Y
SINDICAL.
Una de nuestras tareas generales consiste en
fusionar nuestra actividad con los problemas prácticos, cotidianos de la vida
obrera, en ayudar a los obreros a orientarse en estos problemas, en dirigir su
atención en la explotación y opresión de que son objeto, en ayudarlos a
formular más exacta y prácticamente sus reivindicaciones, en desarrollar en
ellos la conciencia de su solidaridad, la conciencia de los intereses comunes,
como clase única, que forma parte del ejército mundial del proletariado.
Igualmente tenemos que
señalar que la creación de una sólida organización entre el proletariado estratégico, constituye
una tarea que debemos buscar concentrar por mil hilos nuestra labor entre el
proletariado industrial.
Ello no significa hacer caso
omiso de las demás capas del proletariado, particularmente del proletariado
agrícola, y sectores combativos de los trabajadores tales como el magisterio
democrático, trabajadores de la salud, entre otros.
De estas tareas generales
que son nuestra guía del que hacer entre el movimiento obrero y sindical se
derivan, tareas particulares a desarrollar, que van indisolublemente ligadas a
las ya mencionadas.
*Luchar por la dirección de
los sindicatos dirigidos por el oportunismo sindical, particularmente del
proletariado industrial, así como de los sectores más combativos de los
trabajadores proletariado agrícola, magisterio, el sindicalismo universitario,
y otros sindicatos controlados por el charrismo como el SUTGDF, los
trabajadores de la salud. Ya que partimos del hecho que es imposible avanzar
hacia la revolución proletaria sin la influencia y/o dirección de los
sindicatos estratégicos del proletariado y los trabajadores en general.
En algunos casos podemos
actuar como una corriente sindical abierta al interior de los sindicatos,
reivindicando abiertamente la UGTM, en otros se requiere hacer trabajo
totalmente clandestino, lo que no varía es la necesidad de construir partido y
de impulsar la táctica de un sindicalismo de clase y revolucionario, con el
objetivo de influenciar y dirigir los sindicatos.
*Organizar a los desorganizados,
por medio de la creación de sindicatos, corrientes sindicales, colectivos, sin
descartar cooperativas de trabajadores (pero bajo una perspectiva proletaria).
Los millones de proletarios y trabajadores desorganizados por falta de
experiencia y control burgués, requieren ser incorporados y organizados de
alguna forma que permita desarrollar la lucha de clases, las formas pueden
variar según las condiciones concretas, pero lo que no puede variar son la
política a impulsar, un sindicalismo de clase y revolucionario.
*Desarrollar la organización
de los proletarios parados. Sobre todo en tiempos de crisis o estancamiento
económico, se pueden convertir en una importante grupo de activistas, para la
movilización, y organización de los trabajadores. Se cuenta con experiencias
iniciales en Lázaro Cárdenas y DF, pero requiere de una línea específica de
organización, para centralizar y desarrollar la lucha de los parados con una
organización particular, y a la vez centralizada por la UGTM.
*Consolidar y desarrollar el
trabajo entre el proletariado agrícola. En primer lugar impulsando la
construcción del sindicato nacional independiente de jornaleros agrícolas.
TACTICA
GENERAL
*El eje central de nuestra
táctica obrero-sindical esta en-Impulsar un sindicalismo de clase, democrático,
asambleísta, revolucionario e internacionalista, que está sintetizada en la
línea general de UGTM y la UTE.
*La Central Sindical de Clase y Revolucionaria.- Dados los
resultados del Segundo Congreso de la UGTM, y el carácter de central que ha
desarrollado la Nueva Central de Trabajadores y la UNT. Debemos empeñarnos en
materializar a la UGTM como una Central Sindical de Clase y revolucionaria, no
autoproclamándonos en estos momentos, sino construyendo de manera paciente esta
perspectiva. Ello implica acercar y construir sindicatos afiliados a la UGTM,
construir a la UGTM en la movilización con un carácter nacional, valorar
realizar una jornada de lucha de trabajadores a nivel nacional en este año, y
el boletín Conciencia de Clase juegue un papel cohesionador en este proceso.
Todo en su conjunto le dará realmente un carácter de central, el otro elemento
extenderlo a nivel nacional, y no quedar su construcción únicamente en la zona
metropolitana, sino realmente en términos ideológicos y de organización se
desarrolle a nivel nacional. El que pongamos énfasis en los sindicatos, no
significa dejar de lado lo construido en corrientes y grupos de trabajadores,
por el contrario se requiere proyectarlo y fortalecerlo.
*La Central Unitaria de Trabajadores.
Dada la debilidad del movimiento obrero y sindical, y la necesidad de que se centralice el
movimiento obrero y sindical en una sola central, es una tarea y objetivo del
presente período, la central unitaria de trabajadores debe ser impulsada como
una consigna de agitación en estos momentos.
*Impulso del Frente Único,
la huelga política general, la Asamblea Nacional del Proletariado y los pueblos
de México como las tareas fundamentales
del presente período, y en el terreno específico del movimiento
obrero-sindical, como eje para construir desde abajo y por arriba este proceso,
que nos permita elevar las formas de lucha y organización del proletariado,
para derrotar la política reaccionaria del régimen. Ello pasa por fortalecer
los procesos unitarios con la participación directa nuestra.
¡VIVA EL INTERCIONALISMO
PROLETARIO!